viernes, 7 de marzo de 2014

Introducción al Credo

Después de un año o más de catecumenado, al inicio de la Cuaresma los catecúmenos han entrado en la etapa previa a los sacramentos pascuales. Ya se llaman 'competentes' o 'elegidos' y se intensifican tanto las catequesis como los ritos litúrgicos marcando la progresividad de la iniciación cristiana.


En esta Cuaresma previa a su Bautismo, los 'competentes' van a recibir el Credo en una liturgia, llamada la "entrega del Credo" o "traditio symboli", y durante este tiempo recibirán catequesis apropiadas para que fijen el contenido del Credo en su memoria y conozcan las verdades de la fe que se encierran en esos artículos del Credo.

A esas catequesis asistían los catecúmenos, sus padrinos, aquellos que le brindaban su hospitalidad para estar en la ciudad toda la Cuaresma y todos los fieles cristianos que pudieran.

Ahora nosotros nos situamos también con ellos y recibimos las catequesis sobre el Credo, de manos de san Agustín, con espíritu cuaresmal. Así renovaremos la fe cristiana para llegar bien dispuestos a la santa Vigilia pascual.



"n. 1. En la medida en que lo permite mi edad y mi condición de novato, en la medida también en que he aprendido el ministerio que se me ha confiado y como resultado del amor que os profeso, habiendo subido como ministro al altar al que vsotoros vais a acercaros, no puedo privaros del favor de mi palabra. 

Dice el Apóstol: Si confiesas con la boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que el Señor lo resucitó, te salvarás. Pues con el corazón se cree para la justicia y con la boca se confiesa para la salvación.

El símbolo construye en vosotros lo que debéis creer y confesar para poder alcanzar la salvación. Lo que dentro de poco vais a recibir, confiar a la memoria y proferir verbalmente, no es novedad alguna para vosotros o cosa jamás oída. En efecto, en variedad de formas soléis oírlo tanto en la Sagrada Escritura como en los sermones de la Iglesia. No obstante eso, se os ha de entregar todo junto, brevemente resumido y lógicamente ordenado para edificar vuestra fe, facilitar la recitación y no cargar demasiado a la memoria. Estas son las cosas que, sin cambiar nada, habéis de retener y luego recitar de memoria.

Después de estas palabras introductorias se ha de recitar el símbolo entero, sin intercalar comentario alguno: Creo en Dios Padre todopoderoso, etc. Sabéis que el símbolo no suele escribirse. Dicho lo cual se ha de añadir esta explicación:

n. 2. Lo que acabáis de oír en breves palabras no sólo debéis creerlo, sino también confiarlo íntegro a la memoria y proclamarlo verbalmente".

(S. Agustín, Serm. 214, 1-2).

2 comentarios:

  1. “Si confiesas con la boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que el Señor lo resucitó, te salvarás ya que con el corazón se cree para la justicia y con la boca se confiesa para la salvación”

    Siendo lo anterior absolutamente cierto, me pregunto si, en nuestra época, “brevemente resumido y lógicamente ordenado para edificar vuestra fe, facilitar la recitación y no cargar demasiado a la memoria” es suficiente para una eficaz evangelización, para que se cumpla verdaderamente en toda su implicación lo expresado en el párrafo anterior. Ayer a las 12 de la noche participé en el vía crucis en mi actual parroquia, que caminó por las calles aledañas al templo; pocos y no todos estaban en lo que se debía estar.

    ¡Oh Dios! Crea en mí un corazón puro ¡Qué Dios les bendiga!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Julia María:

      Para una eficaz evangelización no basta saber una fórmula de memoria, por muy santa que sea, sino explicar hasta la saciedad su contenido (eso por lo menos)..., más otros aspectos que no voy a abordar aquí y ahora.

      Al leer lo que dice del viacrucis de su parroquia, le comento que hoy tengo yo un viacrucis con una hermandad de mi parroquia; el año pasado sufrí lo indecible precisamente porque no estaban en lo que tenían que estar..., sólo pendientes de la imagen del Señor en las parihuelas..., y no sabían ni responder (Te adoramos Cristo y te bendecimos, etc.)..., y apenas se oía ni el Padrenuestro. Sufro con eso como nadie se pueda imaginar. Hoy repito experiencia dolorosa. Como es viernes, nueva materia de penitencia para mí.

      Eliminar