domingo, 23 de mayo de 2010

Veni Creator Spiritus; veni per Mariam!


Accénde lumen sénsibus,
infúnde amórem córdibus,
infirma nostri córporis
virtúte firmans pérpeti.

Encienda la luz en nuestros sentidos,
infunde en el amor en nuestros corazones
las debilidades de nuestros cuerpos
afianza firmes con tu fuerza.

Que la Iglesia, Señor,
se vea renovada por este nuevo Pentecostés,
y el fuego de tu Amor
encienda las almas de la Iglesia.

Te necesitamos, oh Espíritu Santo;
necesitamos de Ti para profesar la Verdad,
para vivir en tu Verdad,
para impulsar y fortalecer la vida de las comunidades cristianas,
para despertar las almas a un renovado amanecer de luz.

Espíritu Santo, ven,
renueva en santidad a los sacerdotes y ministros de la Iglesia,
acreciente el gozo en los consagrados,
aumenta en número y santidad a las vírgenes consagradas a Cristo.

Espíritu Santo, ven,
reaviva la caridad conyugal y santificadora,
afianza a las familias
como pequeñas y sencillas Iglesias domésticas,
llena de la esperanza del Evangelio a los jóvenes,
une a los enfermos a la obra de la Redención,
robustece el apostolado laical en el mundo,
impulsa a los seglares a trabajar honradamente
transformando el mundo según el Evangelio.

Espíritu Santo, ven,
sean las parroquias comunidades de hijos fuertes,
las asociaciones vitalmente enamoradas de Cristo,
los Monasterios, espejos de la Iglesia,
toda comunidad evangelizadora.

Espíritu Santo, ven, ¡no nos dejes!
Mana abundante del costado de Cristo,
fluye como río del Corazón de Jesús,
Tú, fuente viva, fuego, amor,
Santo Crisma del alma.

Veni, creátor Spíritus,
mentes tuórum vísita,
imple supérna grátia
que tu creásti, péctora.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos el fuego de amor.
Aleluya. Aleluya.

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