martes, 9 de marzo de 2010

El Aleluya queda mudo en Cuaresma


"Los Laudes, es decir cantar el Alleluia, es cántico de los hebreos, cuya explicación se resuelve con el significado de dos palabras, es a saber: "Alabanza a Dios", de su misterio cuenta Juan en el Apocalipsis que, por revelación del Espíritu, haber visto él y oído la voz del celestial ejército de los ángeles como estrépito de muchas aguas y como estallido de grandes truenos, que decían "alleluia" (Ap 29,6). Por lo que nadie debe dudar que, mientras se celebra este misterio de alabanza, si con fe verdadera y devoción se realiza, estar unido con los ángeles. El alleluia, lo que mismo que el amén, nunca se traduce del hebreo en otras lenguas, no porque no sea posible la traducción, sino que, como enseñan los doctores, se mantienen estos vocablos en su lengua original a causa de su mayor autoridad.

En las regiones del
África, no en todo tiempo, sino únicamente los domingos y cincuenta días después de la resurrección del Señor se canta el alleluia, para significar la futura resurrección y la alegría pascual. Entre nosotros, según una antigua tradición hispana, a excepción de los días de ayuno y de Cuaresma, todo el año se canta el alleluia, porque está escrito: Constantemente permanece su alabanza en mis labios (Sal 33,2).

Que al final del oficio de los salmos y lecciones se concluya con el canto del alleluia,
se hace puesta la mirada en la esperanza futura y con ellos quiere dar a entender la Iglesia que, después del anuncio del reino de los cielos, que en la vida presente se predica al mundo por medio de ambos Testamentos, nuestras acciones no tienen valor de salvación si no se hacen en alabanza de Dios, tal como está escrito: Bienaventurados los que habitan en tu casa; por los siglos de los siglos te alabarán (Sal 83, 5). De aquí que, el Libro de los Salmos se concluya con alabanzas, para mostrar la alabanza eterna, acabado este siglo".
San Isidoro,
De Ecclesiasticis Officiis, I, 13.

No hay comentarios:

Publicar un comentario